Taller de Funciones Ejecutivas

Las funciones ejecutivas son las actividades mentales que se activan en el momento de planificar, organizar, revisar y evaluar nuestra conducta para conseguir una meta,  para resolver una tarea o encontrar una solución.

¿Has oído hablar de las funciones ejecutivas?

Sin lugar a duda, muchos de las dificultades que observamos en los niños y niñas con TEA, podrían ser justificadas por una alteración en las funciones ejecutivas y sus componentes. Existen muchas investigaciones que relacionan las dificultades en las funciones ejecutivas en los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), así como en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDH-A).

A continuación realizamos un recorrido por los diferentes componentes de las funciones ejecutivas, así como una serie de ejemplos prácticos de nuestra vida diaria para poder darnos cuenta de la importancia de las mismas.

  • Planificación: capacidad para seguir un plan, para elaborar una secuencia de acciones motoras e incluso planificar nuestros pensamientos para elaborar un argumento.

Ejemplo: “Julia  recoge los juguetes y lávate las manos”. Al cabo de un rato, nos encontramos a la niña en el mismo lugar en el que estaba, sin haber hecho nada de lo que le habíamos dicho. No ha deducido los pasos que tenía que dar, es probable que no haya secuenciado las tareas que implicaba cada una de las acciones.

•        Flexibilidad: capacidad para responder o utilizar diferentes criterios de actuación frente a una situación cambiante.

Ejemplo: Martina  lleva siempre muñecos en su mochila. En un accidente en el cole, la mochila  se rompe, y es imposible arreglarla. Sus padres le compran una nueva, pero ella no quiere ponérsela, y se enfada mucho.   

  • Memoria de trabajo: es la capacidad de mantener activada y por tanto, recordar, los pasos que se han de seguir para realizar una tarea, así como su objetivo.

Ejemplo: A Marta,  día, la maestra le manda deberes para casa, pero nunca los presenta. Se olvida la agenda en clase, y no lo lleva a casa.  

  • Monitorización: es la capacidad para evaluar nuestra actuación eficaz en una tarea antes de llegar al final, y poder corregirla si hay errores.

Ejemplo: María está haciendo una torre de cubos de diferentes tamaños que siguen un orden de más grande a más pequeño, se ha dejado uno sin poner. Al acabar la torre, ve la pieza fuera y se enfada.

  • Inhibición: es la capacidad para interrumpir una conducta que tenemos automatizada, de la que hemos hecho un hábito.

Ejemplo: Lola va a lavarse los dientes cada mañana al baño de su habitación, una mañana está el baño estropeado y tiene que ir a otro baño. Lola se queda en la puerta de su baño, enfadada, no contempla la opción de ir al baño de sus padres a lavarse los dientes.  

¿Identificas a tu hijo/a con alguno de estos ejemplos? Si es así, en Neuronax te propondremos  algunas ideas para poder trabajar las dificultades en las funciones ejecutivas en casa. Ten en cuenta, que estos procesos que hemos descrito anteriormente influyen directamente en el día a día de nuestros niños/as, y por tanto, en su autonomía, su aprendizaje y en su calidad de vida en general.